Tras colocarle el implante en la médula espinal, se observó una mejora en la capacidad para regular la presión arterial, lo que le permitió a la paciente permanecer consciente más tiempo en posición vertical y caminar hasta 250 metros.
Tras colocarle el implante en la médula espinal, se observó una mejora en la capacidad para regular la presión arterial, lo que le permitió a la paciente permanecer consciente más tiempo en posición vertical y caminar hasta 250 metros.