Marcelo Ovejero, el titular del Centro Especializado de Análisis Moleculares Metabólicos (CEAMM) consideró “un brote epidemiológico” al fenómeno que se dio en una clínica de Tucumán y que ya se cobró tres vidas, aunque remarcó que hasta ahora se pudo establecer que “no se contagia de persona a persona”. Desde el inicio de la pandemia está a cargo de los laboratorios centrales para el diagnóstico rápido del Covid19 en la provincia.
“Es un brote de una enfermedad inusitada, hasta el momento desconocida, que está en investigación –explicó-. Por suerte está circunscripto a un poco número de casos, donde todos tienen un fuerte nexo epidemiológico porque son profesionales de la salud y trabajadores del mismo sanatorio. Esa situación ya nos permite comenzar la investigación epidemiológica –que debe estar haciendo Tucumán- para descartar sus orígenes”.
El brote comenzó con 6 infectados, de los cuales fallecieron un médico y un enfermero. Luego se sumaron tres contagiados más con los mismos síntomas a fines de agosto, según informó el Sistema Provincia del Salud de Tucumán. Y en las últimas horas se sumó una tercera fallecida, una paciente del mismo sanatorio de 70 años.
“Frente a esto lo primero que uno piensa es que sea de origen infeccioso, es decir, producido por algún patógeno, ya sea una bacteria, un virus, un hongo; sin embargo, cuando se empieza la investigación epidemiológica se orienta hacia un determinado grupo. Debemos tener en cuenta que este brote produce una enfermedad definida, que es una neumonía bilateral que afecta al sistema respiratorio”, indicó.
Ovejero subrayó que “hasta el momento lo que comunicó oficialmente el gobierno de Tucumán es que ya se descartó una serie de patógenos, sobre todo virales: se empieza con los más frecuentes, Sars Cov2 o coronavirus, influenza y el resto de los respiratorios, ya que es una neumonía. En este caso se descartaron los patógenos más comunes y ahora se indaga en las causas infecciosas menos frecuentes. En un momento se pensó que podía ser la bacteria lectospira, pero ya se comunicó que se descartó también”.
Por eso consideró clave la investigación más compleja para profundizar la causa del brote en el Instituto Malbrán, en Buenos Aires, sobre los patógenos menos frecuentes.
“A pesar de que la investigación está orientada a buscar un agente etiológico infeccioso, no debe descuidarse que también puede ser de origen ambiental. Por lo tanto, la dirección de Epidemiología debe estudiar el aire, el agua y los alimentos que consumió este grupo de personas para encontrar el origen”, acotó.
El profesional enfatizó que “hay que llevar tranquilidad a la población porque una de las cosas que se pudo demostrar es que esta enfermedad desconocida no se trasmite de persona a persona, debido a que no hubo nuevos casos entre los contactos estrechos ni familiares de los infectados.
Por último, Ovejero recalcó que “todos los cuidados que sean de higiene sirven para evitar el contagio con agentes patógenos. En un momento se pensó que podía ser la bacteria lectóspira, que es un contaminante habitual de alimentos y agua almacenados y en contacto con roedores que en su orina lo diseminan, y que luego se ingieren. Todo lo que sea higiene básica de manos y alimentos tiene importancia”.