La actividad física podría evitar hasta cinco millones de muertes al año aseguró hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pidió que su promoción sea más universal e inclusiva, especialmente para las mujeres, los grupos étnicos minoritarios.
El organismo internacional reclamó además en un comunicado la inclusión de las comunidades desfavorecidas y las personas con discapacidades o enfermedades crónicas.
Considerando el rol que tiene en la salud física, mental y social y el bienestar general al ayudar a prevenir enfermedades, aseguraron que “la actividad física ya no se puede considerar como un componente ‘bonito’ para incluir en la política pública”, sino más bien como un eje “imprescindible” para lograr “poblaciones más sanas y un planeta más saludable”.
Es por esto que la OMS recomendó a las personas “ser activas con regularidad” para obtener beneficios para la salud.
Para los adultos recomendaron realizar al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica “moderada y vigorosa” a la semana, mientras que para niños y adolescentes indicaron una media de 60 minutos al día.
Sin embargo, advirtieron que muchas personas viven en “zonas con poco o ningún acceso a espacios” donde hacer actividades físicas de forma segura y, en lugares donde existen, en muchos casos no están desarrollados “para satisfacer las necesidades de los adultos mayores o las personas con discapacidad”.
En el comunicado, la OMS señaló que, según las estadísticas, uno de cada cuatro adultos de todo el mundo “no realiza la actividad física suficiente que le permita aprovechar sus beneficios”.
En este sentido, las mujeres, los grupos étnicos minoritarios, las comunidades desfavorecidas y las personas con discapacidades o enfermedades crónicas “tienen más probabilidades de permanecer inactivas”, aseguraron.
Al respecto, indicaron que las mujeres son “menos activas que los hombres”, con una diferencia de más del 8% a nivel mundial y que los países de renta alta son más inactivos (37%) en comparación con los de renta media (26%) y los de renta baja (16%).
Además, el organismo internacional advirtió que la inactividad en los adolescentes es alarmante y registró que al menos las tres cuartas partes de ellos “no observan las directrices”.
Por estos índices, la doctora Zsuzsanna Jakab, directora general adjunta de la Organización, aseguró que “hay una necesidad urgente de ofrecer a las personas mejores oportunidades para llevar una vida activa y saludable”.
En la actualidad, el acceso a la actividad física es “desigual e injusto”, lo que “no hizo más que empeorar durante la pandemia del Covid-19”, agregó Jakab.
En este contexto, instan a los responsables de los sectores de la salud, el deporte, la educación y el transporte de cada país a aumentar urgentemente la oferta de programas y servicios “más inclusivos” y de entornos “más seguros” que promuevan la actividad física, considerando su rol clave en “la integración social, la igualdad de género, la empleabilidad y la educación”.
La doctora Fiona Bull, jefa de la Unidad de Actividad Física, dijo que el informe presentado por la OMS «se basa en los conocimientos y la experiencia” y, además, “proporciona mensajes claros a todos los que trabajan para crear una sociedad más activa sobre lo que tenemos que hacer”.
Se instó a las industrias, la sociedad civil y los gobiernos, así como a los organismos de las Naciones Unidas, a accionar alineados al enfoque de sistemas estratégicos coordinados que plantea el Plan de acción mundial sobre Actividad Física 2018-2030 de la OMS.
Allí se proponen diversas acciones como campañas constantes de comunicación sobre actividad física; la creación de entornos que proporcionen un acceso seguro y asequible a espacios en los que las personas puedan ser más activas de diferentes maneras; y el diseño de programas, productos y servicios que ofrezcan oportunidades asequibles e integradoras para este fin.
Por último, alertaron obstáculos que “limitan los progresos hacia el logro de un sistema de actividad física eficaz, eficiente y sostenible a escala”, entre los cuales se mencionó una inversión insuficiente, desigual e ineficaz; políticas inapropiadas y discordantes; y alianzas y ejecución de programas desiguales y fragmentados que dan lugar a deficiencias en los servicios.