Los aprestos electorales ya comenzaron a hacerse visibles en Santiago del Estero con la inminencia del vencimiento de los plazos dispuestos por la justicia electoral nacional, que lleva adelante el proceso para la renovación de tres escaños que corresponden a la provincia en la Cámara de Diputados de la Nación. El próximo sábado 24 de julio vence el plazo para presentar los candidatos de los tres frentes y cinco partidos anotados para competir.
El adelantado fue el intendente de La Banda, Pablo Mirolo, quien hace dos semanas sorpresivamente anunció que encabezaría la lista de precandidatos a diputados nacionales con el Frente Renovador, cuyo referente nacional es Sergio Massa, presidente de la Cámara Baja.
Ahora, Juntos por el Cambio mostró sus cartas con las candidaturas de Facundo Pérez Carletti, Natalia Neme y Nicolás Mendoza. Pese los vaticinios de una disputa interna que se dirimiría en las PASO, finalmente se acordaron candidaturas para cada una de las fuerzas que integra la alianza: PRO, UCR y CC ARI.
El Frente Cívico por Santiago por el momento no dejó trascender nombres, aunque es probable que mantenga algunos nombres que ya ocuparon esas bancas. Cabe recordar que en diciembre se vence el mandato de Norma Abdala de Matarazzo, José Herrera y Luisa Montoto de Rogel. Se espera que de manera inminente se realice el anuncio, sin que hasta ahora hayan trascendidos nombres.
El Congreso Nacional se convirtió en un enclave central en la disputa electoral nacional. El oficialismo busca sumar 7 u 8 bancas para tener predominio con el quórum propio, sin depender de la adhesión de los partidos provinciales particularmente, para impulsar leyes que considera fundamentales. Esa puja convierte a las provincias en clave para inclinar la balanza y no quedar relegadas en la distribución de recursos.
Pero las especulaciones políticas se enfrentan con la incógnita de la respuesta del electorado después de una pandemia que lleva casi un año y medio y que sufrió enormes perjuicios en múltiples facetas, sin contar la enfermedad y muerte. Es previsible que baje la participación, pero eso redundará en un mayor peso de los aparatos electorales. Hay que tener en cuenta también la alta probabilidad de una tercera ola del Covid 19 que sacuda un cronograma que hasta ahora aparece como provisional, en estos cambiantes tiempos.
En el caso particular de Santiago del Estero crece la ansiedad por la convocatoria a elecciones provinciales que definirán gobernador, diputados provinciales, comisionados y las autoridades de los municipios de Villa Atamisqui y Clodomira. No se sabe si irán unificados con alguna de las elecciones nacionales (PASO y generales), aunque sería problemático compatibilizar los tiempos y adecuarlos a los preceptos constitucionales. La otra alternativa es una tercera elección. Los plazos se achican y aún se esperan definiciones.