En la investigación por la muerte dudosa de Luciana Sequeira se cumplió este viernes con la constatación de la cadena de custodia de los celulares de la adolescente y del joven que se encuentra detenido e imputado en el caso. La víctima fue encontrada desangrada en un albergue transitorio de Villa Atamisqui, el mes pasado, y pereció pocos días después, en el hospital regional Ramón Carrillo.

 

Los mensajes contenidos en los móviles se consideran una evidencia clave para determinar lo que ocurrió, al tiempo que se espera que se realice una ampliación de testimonio de los forenses, porque no fueron concluyentes en su informe ante los numerosos interrogantes surgidos del deceso.

 

La querellante Nuria Kippes, que participó de la medida junto a las demás partes, explicó: “Se hizo la apertura de los sobres donde se encontraban secuestrados los dos celulares, ante los abogados de la querella y la defensa, con un perito de parte, la fiscalía y el ingeniero Basbús, que es el encargado de la pericia. Solamente se comprobó el cuidado de la cadena de custodia y no había nada que objetar porque estaban bien sellados y cuidados, tampoco se advirtió adulteración de ninguno de los sobres”

Lo que se busca establecer es si existía una relación previa entre los dos compañeros de secundaria, de 17 años. También si hubo acuerdo para encontrarse en el motel y si tuvieron comunicación con otras personas, entre otros puntos.

 

“El análisis demorará mínimo una semana, porque el ingeniero a cargo del procedimiento explicó que demora desbloquearlos y descargar toda la información que contienen”, aclaró la abogada.

 

Luciana fue hallada inconsciente en una habitación del motel que funciona en pleno centro de Atamisqui, el 14 de junio, y falleció tres días después. Los forenses indicaron en la autopsia que Luciana tenía Covid, pero también indicaron que presentaba un corte suturado dentro de su vagina, con una profusa hemorragia que desencadenó su descompensación y muerte. Pero además exhibía hematomas y quemaduras en sus piernas, por lo que no se descarta el ataque sexual.

 

La defensa, a cargo de Carlos Río López, Oscar Chazarreta y José Agüero, niega que se trate de un homicidio, mientras que la querella sostiene que sería un femicidio.