El Gobierno nacional prepara un aumento de al menos 7% para las cuotas de las empresas de medicina privada como parte de un combo que promete incluir, en el corto plazo, el desembolso de un subsidio de 11.400 millones de pesos destinado a las obras sociales sindicales para compensar el aumento de los costos de los tratamientos por discapacidad.

El ajuste en las prepagas, se prevé que estará autorizado este mes y será clave para destrabar la última gran paritaria pendiente de resolución, la del gremio de Sanidad, por varias razones fundamental para el Gobierno y su relación con la CGT.

Las áreas técnicas de salud de la administración de Alberto Fernández ya prepararon borradores con los posibles escenarios financieros para las compañías de salud privada: en todos los casos fueron del rango del 6 al 8 por ciento en una sola cuota, con chances de dejar establecido un punto intermedio, confiaron a este diario los funcionarios.

El último incremento, según informó Ámbito Financiero, había sido autorizado en abril por un total de 10% en dos cuotas de 4,5%, ese mes, y del 5,5% restante en mayo. Esas subas se acumularon con el 3,5% habilitado en marzo, para dejar una suba total por lo que va del año de 14,1%.

La inminencia del anuncio para las prepagas tiene que ver con el reclamo persistente de los directivos de esas entidades para conseguir subas en línea con la inflación pero, sobre todo, con la falta de definición de la negociación salarial de los trabajadores del rubro sanitario.

En mayo, un mes después de haber definido la revisión de su paritaria 2020, el gremio que encabezan Héctor Daer, cotitular de la CGT, y Carlos West Ocampo, se embarcó en la discusión por los ingresos de este año oficializó un pedido de aumento del 45 por ciento. Ante la respuesta de las clínicas y sanatorios de imposibilidad absoluta de afrontar aumento alguno el sindicato lanzó una serie de medidas de fuerza hasta que el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria a fines de junio.

En el sindicato dijeron no tener novedades sobre la autorización a las privadas pero advirtieron que de no producirse un acuerdo salarial la semana que viene habrá protestas. La organización no sólo nuclea a uno de los núcleos de trabajadores más expuesto al coronavirus y con escalas salariales más bajas sino que está encabezado por un amigo personal de Alberto Fernández y cofundador con el Presidente del Frente Renovador como Daer.

En paralelo con la definición con las prepagas el sindicato le reclama al Estado una mayor intervención en el sector a través del reconocimiento del aumento de costos de las prestadoras de salud por parte del PAMI y el IOMA, las mayores obras sociales controladas por el Gobierno.