El director del Archivo Histórico de la provincia, Juan Viaña, consideró el hallazgo de las actas originales de la autonomía provincial de 1820 como un hecho histórico trascendental, después de haber perdido su rastro por más de un siglo. Los originales serán preservados y no serán expuestos para evitar su degradación, pero sí se abrirán próximamente los documentos digitalizados en alta resolución para el acceso de investigadores y público en general.
Viaña explicó que estos documentos formaban parte de un grupo documental que conforman las actas capitulares de Santiago del Estero. “En el año 1869, un historiador de Buenos Aires escribe sobre la Autonomía de Santiago y transcribe las actas. En 1881, Ángel Carranza solicita desde Buenos Aires permiso al gobierno santiagueño para llevarlas con el fin de hacer una transcripción y una tirada de libros sobre las actas capitulares. Se publicó el primer tomo y al poco tiempo Carranza falleció y a partir de ahí se pierde el rastro de esos libros”, precisó.
Pasaron los años y los historiadores Andrés Figueroa y Alfredo Gargaro escribieron sobre la Autonomía, pero se remitieron en las citas al texto de las actas publicadas en la revista de Buenos Aires, que había publicado Vicente Quesada. Esto evidencia que no tuvieron a la vista las actas originales porque ya estaban extraviadas cuando elaboraron sus escritos, a principios del Siglo XX.
En 1942, la Academia Nacional de Historia y el Archivo General de la Nación transcribieron las actas capitulares completas y el gobierno santiagueño se las pidió, y fueron remitidas. “Vuelven a aparecer pero no estaban las actas de la jura de la Autonomía”, recordó Viaña. Luego de esa decepción se consideraron perdidas.
Entre las gestiones que se hicieron para ubicarlas está una consulta al Instituto Ibero-Americano, a donde habían ido a parar 80 mil libros y documentos de Vicente Quesada, donados por su hijo Ernesto al imperio de Prusia. Pero esa prestigiosa institución negó tener aunque fuese copias de las actas.
“Siempre fue mi preocupación tratar de ubicar estas actas y me puse a revisar hoja por hoja los nueve tomos de los libros capitulares y, en el 8, en el año 1823, estaban entremezcladas las correspondientes a la Autonomía. No hay otra explicación que fueron cosidas erróneamente allí porque la costura del libro no fue alterada. Evidentemente, cuando hicieron la publicación lo deben haber descosido al libro y vuelto a coser mal. El hallazgo es trascendental porque es el inicio de nuestra vida independiente política y social de Santiago del Estero. Es la hora cero de la institucionalidad de nuestra provincia”, destacó el funcionario.
Las actas tienen las firmas de los cabildantes, entre ellos Manuel Alcorta, Dionisio Maguna “y todas las personas que pusieron su firma y su cuerpo para producir esta Autonomía. Era complejo el momento, teníamos invasiones constantes de Tucumán, que no quería que Santiago del Estero se separe. En un acta anterior, donde se elegía a un nuevo secretario está la firma de Juan Felipe Ibarra. Ahí está plasmado cómo se jugaron estos hombres para lograr nuestra Autonomía”.
“Hoy por hoy es el documento más importante que tenemos en Santiago del Estero. Si bien el más relevante sería el acta fundacional de la ciudad, pero es el acta de nacimiento como provincia autónoma, por eso la importancia que tiene el haberlas encontrado, entre comillas, porque siempre han estado evidentemente, pero bueno, las circunstancias hace que por ahí uno haya buscado en un lugar erróneo porque estaban puestas en otra parte”.
Viaña lamentó en cierto modo que el hallazgo no coincidiera con el bicentenario autonómico, que se celebró el año pasado, aunque la pandemia impidió numerosos actos públicos que estaban previstos: “Hubiera sido lindo encontrarlas el año pasado, que se cumplieron los 200 años de la Autonomía, pero también hay que tener en cuenta que estábamos encerrados por el tema de la pandemia. Hoy estamos más aliviados y podemos presentarlas. Las actas están guardadas por supuesto en una caja fuerte del Archivo y ya están digitalizadas y pronto vamos a poder subirlas a la página web cuando empiece a funcionar”.
Sin embargo, aclaró que los originales no serán exhibidos “porque hay que preservarlos teniendo en cuenta que estos papeles tienen 200 años y evitar su exposición a la luz y al polvo. Lo mejor es una buena reproducción, que hoy con la tecnología que tenemos sale hasta el más mínimo punto de tinta y dejar los documentos abiertos para que se puedan consultar”.
Viaña explicó que el cuerpo documental consta de dos partes: una que es el manifiesto del acta y la declaración en sí. “El manifiesto es la justificación de lo que se va a hacer con respecto de la separación de la pretendida ‘República de Tucumán’, que quería en ese momento el gobernador Bernabé Aráoz. Y relata los hechos acontecidos, como la batalla que tuvieron las huestes santiagueñas con las tucumanas, en la calle Urquiza, frente a Santo Domingo, cuando Echauri –un capitán de dragones- llega de Tucumán enviado por Aráoz para tomar la ciudad. Ahí es donde lo llaman a Juan Felipe Ibarra para que intervenga y se produce la batalla. Hay manifiestos del año 1817, donde Aráoz habla en forma despectiva contra Santiago del Estero, porque ya lo había elegido teniente de gobernador a Ibarra. Hay varias expresiones de desprecio que calan hondo en los santiagueños. El acta en sí, que sigue a continuación, es cuando ya plasman la Autonomía y rompen las cadenas”
Este descubrimiento también permitió dilucidar una vieja discusión en torno a la fecha exacta de la declaración autonómica, que quedó confirmada: “había una polémica sobre la fecha exacta en que se declaró la Autonomía y en estas actas está claro que se enuncia el día 27 de abril de 1820, con la elección de un secretario que fue José Manuel Lavaisse, y a continuación empieza el acta del manifiesto y termina con la de la autonomía. Entonces, ya la duda estaba en el libro de Andrés Figueroa, donde se concluye que fue el 27 de abril, pero con las actas está expresamente asentado que fue en esa fecha”.