El resultado de la autopsia de Luciana Sequeira, la adolescente de Villa Atamisqui que murió desangrada en un albergue transitorio, no esclareció totalmente las circunstancias que derivaron en su fallecimiento. Las partes que intervienen en la investigación solicitaron por esa razón una ampliación testimonial de la junta médica que intervino para que especifiquen detalles.

 

La fiscal Vanina Aguilera, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, recibió el informe de los médicos forenses que participaron de la pericia y anticipó algunos puntos principales a la querella y los defensores del único detenido, el también menor de edad que se encontraba con ella al momento del hecho.

 

Ese adolescente de 17 años, que era compañero de curso del secundario de la víctima, está detenido por del supuesto delito de “Abuso sexual seguido de muerte”.

 

Lo que trascendió de la autopsia es que Luciana Sequeira falleció de un paro cardiorrespiratorio como consecuencia de una causa mixta de una falla multiorgánica y multisistémica, determinada por un síndrome inflamatorio sistémico que tendría como punto de partida una neumopatía, asociado a éste a un shock hipovolémico por la pérdida hemática profusa de origen vaginal”.

 

Los forenses indicaron que hubo varias causas que provocaron la muerte: la falla multiorgánica tuvo como origen la neumopatía producto de que era Covid positivo, y la abundante pérdida de sangre producto de la hemorragia por una herida sufrida en su zona genital.

 

La víctima no habría presentado ninguna herida cortante en su zona vaginal externa, sino que sufrió una perforación en el fondo del saco vaginal que desencadenó la hemorragia y el shock hipovolémico. Sin embargo los forenses no explicaron cómo se produjo esa lesión ni con qué tipo de objeto.

Para la querella si sigue siendo claro que murió desangrada, no por una afección respiratoria.

Por otro lado, no presentaba hematomas o signos de violencia aparente en la región. Tampoco indicios de defensa. Sin embargo, sí tenía algunas quemaduras en sus piernas y manos, algunas de un tamaño llamativo, por lo que desconcierta a la querella que hubiese estado inerme ante ese daño físico. Al lado de la habitación que alquilaron hay otras personas que viven permanentemente y no escucharon nada.

 

La querellante Nuria Kippes adelantó que se reunirá con las fiscales y solicitará una ampliación testimonial de los forenses para que clarifiquen las numerosas dudas que dejó la pericia, pedido al que se sumarían los abogados del joven detenido, Dres. Oscar Chazarreta, Carlos Ríos López y José Agüero.

 

También están pendientes los resultados de los estudios histopatológicos (análisis de tejidos) y toxicológicos de las piezas enviadas al laboratorio de Patología Forense. Eso será fundamental para buscar pistas para establecer si estaba bajo los efectos de alguna sustancia mientras era lesionada.